Hitos y Protagonistas
Ramón Carrillo, El Legado de un gigante
El médico sanitarista argentino no sólo levantó decenas de hospitales en todo el país y duplicó el número de camas disponible. También fue un gran científico y desempeño un papel político clave durante los gobiernos de Juan Perón.
Federico Pérgola
Profesor Consulto Adjunto de la Universidad de Buenos Aires. Director del Curso de formación docente pedagógico en ciencias de la salud de la Facultad de Medicina; del Instituto de Historia de la Medicina; y de los museos "Houssay" de Ciencia y Tecnología y "Risolía" de Historia de la Medicina.
Logró todos los honores, padeció las mayores humillaciones. Ramón Carrillo fue uno de los más importantes sanitaristas argentinos y su obra científica alcanzó proyecciones fuera de las fronteras de nuestra patria. "Pero como nadie es profeta en su tierra, durante largos años Carrillo fue ignorado por las cátedras universitarias y los cenáculos científicos, principalmente porque –durante los gobiernos de Perón- fue designado Ministro de Salud Pública de la Nación, el primero con ese rango, cargo que desempeñó entre 1946 y 1954", escribió Emilio Corbière1 en el diario Tiempo Argentino. Su muerte en Brasil, empobrecido y alejado de su patria, es patética. Nadie puede dudar de la exactitud de las palabras del periodista e historiador.
Aunque se lo reconoce mayormente por su ciclópea labor en salud pública, Carrillo fue, además, un neurólogo y un neurocirujano de fama mundial. En 1949, siendo yo aspirante a ingresar a la carrera de Medicina, asistí a una charla amena y carente de inclinación política alguna, brindada por el entonces ministro, quien se acercó al Centro de Estudiantes de Medicina para aconsejarnos humildad y afecto con aquellos que están en un peldaño más abajo. Pasado el tiempo de los rencores, los importantes libros de Carrillo (Contribuciones al conocimiento sanitario y Teoría del hospital) fueron reeditados por la editorial de la Universidad de Buenos Aires en 1974.2,3
Ramón Carrillo nació el 7 de marzo de 1906 en Santiago del Estero. El mayor de once hermanos, cursó sus estudios primarios y secundarios en su ciudad natal y egresó como bachiller con medalla de oro. Poco antes había publicado una monografía sobre historia: Juan Felipe Ibarra: su vida y su tiempo.
Ingresó en 1924 en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires. Como le escuché contar en aquella charla en el Centro de Estudiantes, él había dudado del éxito de su examen de ingreso. Antes de conocer el resultado, tal vez pensando en una Buenos Aires a la que no volvería a ver, Ramón se dirigió al puerto para contemplar los barcos que, en su Santiago del Estero natal, no podía ver. Se equivocó: había sido aceptado, y llegó a ser practicante del Hospital de Clínicas por sus brillantes notas, antes de recibirse en 1929.
En 1930, ocurren dos hechos auspiciosos en su vida: obtiene la Beca Universitaria de Buenos Aires para perfeccionarse en Europa y publica los primeros trabajos sobre Radiología del cuarto ventrículo que luego servirían de base a su obra científica más importante, Yodoventriculografía de la fosa posterior.
Ya en Europa, se formó como neurólogo en Amsterdam, París y Berlín. Durante su estadía, identificó una forma de esclerosis cerebral a la que Brouer le dio el nombre de "forma escleroatrofiante de Carrillo". También investigó sobre polineuritis experimental, anatomía comparada del sistema nervioso y los métodos de coloración histológica en neurología.
En 1939, ya de regreso en Buenos Aires, se hace cargo del Servicio de Neurología y Neurocirugía del Hospital Militar Central y, en 1942, gana el concurso para profesor titular de Neurología. Tenía solamente 36 años. Desde la cátedra formaría una pléyade de discípulos, tanto neurólogos como neurocirujanos. Su destacada personalidad científica, una natural inclinación familiar por la política y su actividad en el Hospital Militar Central, le otorgan protagonismo en la jornada de la revolución libertadora del 17 de octubre de 1945. Allí tropieza con la historia. Dice Alzugaray:4 "Cuando Perón llega al Hospital Militar a las 6.45, es recibido por el Director del mismo Dr. Sergio Mercado. Carrillo acompaña al coronel Perón hasta el quinto piso, donde le entrega las llaves de la 'suite' y hablan en privado algunos minutos, posiblemente temas relacionados con los recientes acontecimientos. Carrillo abandona el Hospital para cumplir dos misiones que le ha encomendado Perón. Según versiones dadas por un hermano de Carrillo muchos años después (…), la misión consistía en
la entrega de dos cartas confidenciales: una al coronel Velazco y otra a Eva Duarte, que debían ser llevadas urgentemente en manos propias. Acerca de su contenido no se conoce ningún testimonio".
En los días posteriores, Carrillo ofició de interlocutor entre Perón y sus amigos. Elegido Juan Domingo Perón para la primera magistratura del país, Ramón Carrillo es designado Secretario de Salud Pública de la Nación, con rango de ministerio.
"Entre los años 1946 y 1954 el país duplicó sus existencias de camas de internación a expensas del extraordinario impulso recibido por las construcciones públicas. De este modo la dotación nacional de camas pasó de 60.000 a 122.000, con un objetivo político-sanitario estimado en ese momento en una cama cada 100 habitantes, cosa que hoy nos parecería largamente excesivo", reflexiona H. Arce.5
Alzugaray6 cuenta que "Carrillo era un humanista de sólida formación nacional, de firmes creencias religiosas que supo asimilar los vastos conocimientos adquiridos en sus viajes por el mundo, incorporándolos a sus vivencias del interior argentino, más precisamente de Santiago del Estero, que conforma una síntesis de la cultura hispano-criolla."
Por desinteligencias políticas, el 16 de julio de 1954 Carrillo renunció a su cargo de Ministro de Estado. Meses después, con su esposa y sus cuatro hijos, se ausentó hacia Nueva York, tratando de restablecer su salud quebrantada por la hipertensión arterial y la diabetes. No regresaría a la Argentina.
Imposibilitado de mantenerse económicamente en los Estados Unidos, consiguió un trabajo en Belem Do Pará (Brasil). Desde ahí, viajaba dos veces por semana en barcaza o helicóptero al campamento de la empresa minera que lo había contratado. Víctima de un accidente cerebrovascular, Carrillo falleció el 20 de diciembre de 1956 a los 50 años. Sus restos llegarían al país 16 años después y reposan ahora en su Santiago del Estero natal.7
(Fragmentos de Política y medicina en la Argentina. Historia de la medicina argentina desde sus inicios hasta nuestros días (en prensa)).
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
1 Corbiere, E. "Carrillo: fue el primer ministro del área de salud. Un destacado sanitarista", tiempo argentino, Buenos Aires, 7 de marzo de 1985.
2. Carrillo r, Contribuciones al conocimiento sanitario, Buenos Aires, Eudeba, 1974.
3. Carrillo r, teoría del hospital, Buenos Aires, Eudeba, 1974.
4. Alzugaray Ra, "ramón Carrillo o la salud pública", todo es historia, buenos aires, nº 117, pp. 6-27, febrero 1977.
5. Arce h, "tres generaciones de hospitales",
ii Jornadas de historia de la Ciudad de Buenos Aires. la salud en Buenos Aires, 1988.
6. Alzugaray Ra, ramón Carrillo, el fundador del sanitarismo nacional/ 2, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1988.
7. Orione J, "El sanitarista de la raza argentina", Ñ Clarín, Buenos Aires, nº 280, pp. 12-13, 7 de febrero de 2009.
Fuente: MSN
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